
La estufa de pellets ha
supuesto una revolución en sistemas de calor, porque es un medio de calefacción limpio y económico. El pellet es un combustible 100% renovable que se
fabrica a partir de residuos vegetales y que no lanza emisiones de CO2 a la
atmósfera. Ofrece una eficiencia de más del 80% -entre un
30% y un 50% más frente a las de gasoil o eléctricas-. Debido al bajo precio del pellet en comparación con otros
combustibles, a la larga notarás un ahorro importante.
Es recomendable comprar pellets de Calidad Certificada EN A-1, que son los que
garantizan el funcionamiento correcto de la estufa y aumentan tanto su
rendimiento como la vida útil del aparato.
Para instalar una estufa de pellets necesitas salida de humos y conexión eléctrica.
Las estufas de pellets canalizables te permiten caldear
dos estancias: en la que está
colocada y la contigua.
Las termoestufas de pellets o estufas hidro te permiten conectar al circuito de
radiadores de tu hogar y calentar toda la casa.
El pellet es un tipo de biomasa, es decir,
combustible que proviene directamente de la naturaleza. Se
compone de serrín y virutas prensadas, que provienen de residuos industriales
y agrícolas y apenas genera
cenizas ni hollín. Además, posee un altísimo poder de
combustión y calorífico y tiene un precio muy económico frente a otro tipo de
combustibles.
Otra ventaja es que, una vez adquirido, puede durar intacto durante un tiempo
largo siempre que lo mantengas en un lugar seco.
Estufa de aire: La más ecológica y eficiente. Además de con pellets
también puede funcionar con cáscaras trituradas de almendra e incluso con
huesos de aceituna (consultar modelo y fabricante). Reparte el calor por la
estancia en la que se encuentra con un aprovechamiento
energético del 80%. Además, incorpora una turbina (ventilador)
para que puedas regular la intensidad del calor que expulsa, así como un
termostato programable para que controles en cualquier momento la temperatura.
Estufa canalizable: Este tipo de estufa de pellets tiene las mismas
características que la tradicional, pero incluye un doble uso: además
de calentar la estancia en la que se encuentra caldea también la habitación
contigua a través
de un ventilador extra que impulsa este aire caliente.
Termoestufa:
La termoestufa de pellets tiene una ventaja añadida
ya que, aparte de calentar la estancia en la que está instalada, alimenta
también el circuito de radiadores de agua. Además, son las más
seguras porque incluyen una función de auto-apagado si detecta algún fallo en
el funcionamiento.
Este tipo de estufa sirve para
calentar una habitación o habitaciones de entre 25 y 100 m2 e incluso como complemento de otro sistema
de calefacción. Es especialmente recomendable para viviendas unifamiliares,
oficinas, áticos o para estancias que requieran ser calentadas
rápidamente sin generar un gasto excesivo.
Cuando decidas dónde colocar la estufa de pellets, busca un lugar desde el que
la estufa caliente bien toda la estancia o desde el que distribuya el calor a
todos los lugares que necesitas caldear. Ten en cuenta que necesitas una salida de humos y un
enchufe, de al menos 220V. Evita que haya obstáculos a
menos de 1 o
Deja espacio entre la estufa y elementos combustibles como cortinas o alfombras y
protege el suelo del contacto directo con la estufa si este es de un material como
madera o moqueta.
Notarás que su utilización es muy cómoda, porque el encendido es
automático. Puedes programar el horario de encendido y de
apagado y la recarga de combustible solo tendrás que hacerla una o dos veces
por semana, en función también del tamaño y la capacidad de la estufa para el
pellet.
La salida de gases se encuentra
normalmente en la parte trasera de tu estufa de pellets y la tubería de conducción puede ser de
acero inoxidable o tubería de acero vitrificada, empalmando las piezas será muy
sencillo instalarla. Por eso es conveniente que sitúes tu estufa lo más cerca posible
de la salida de humos o
de una pared con orientación al exterior. La tubería que suele utilizarse para
la mayoría de las estufas es de
Ten en cuenta que la estancia donde instales la estufa tenga buena ventilación
para que la estufa pueda tomar aire de ella, si no es el caso, puedes hacer una
toma de aire del exterior.
Es recomendable realizar una
serie de operaciones de mantenimiento: a diario aspirar la zona del cenicero para que este permite entrar el aire
exterior y queme el pellet. Limpiar semanalmente el resto de la cámara de
combustión para
que no queden restos y si la estufa de pellets se emplea como calefacción
principal, es conveniente hacer una limpieza en profundidad dos veces por año.
Si incorporas la T de limpieza no será necesario que desmontes el conducto para
limpiar la tubería. Bastará con abrir la válvula y la ceniza acumulada caerá en
un depósito. Además, las cenizas que surgen de la combustión del pellet son
ecológicas, incluso puedes utilizarlas de abono para tus plantas.
Todos los fabricantes recomiendan una revisión de los parámetros cada dos años,
consulta con tu vendedor.
Aunque la parte trasera de la
estufa de pellets no se pone al rojo vivo, evita siempre apoyar telas o
cualquier otro objeto encima. El cristal de la ventana de la estufa sí alcanza
temperaturas más elevadas y por tanto puede prender materiales inflamables.
Para prevenir cualquier accidente, será suficiente con dejar entre 30
Las estufas de pellets incorporan una serie de sondas en diferentes puntos como
en la salida de humos que avisan y sirven como sistemas de seguridad para que
la estufa funcione de forma correcta, por ello son uno
de los sistemas más seguros de calefacción del mercado.
La estufa de pellets tiene una combustión muy limpia porque sólo expulsa humo blanco al
arrancar y, como trabaja con una eficiencia energética tan elevada, la cantidad
de ceniza y humo que libera en la combustión es mínima.
Las estufas de pellets son muy fáciles de instalar, no son agresivas con el
medio ambiente y, si te decides por una de este tipo, en un año habrás notado
el ahorro que supone frente a otros sistemas de calefacción. Por estas ventajas
se está convirtiendo en una solución de calor cada vez más demandada, además,
el pellet no está sujeto a la fluctuación de precios que afectan a otros
combustibles. Por otro lado, si también te preocupa la parte estética, puedes
comprobar que guardan una línea fina y sobria y que pueden ser un elemento
decorativo más que aporte personalidad a tus espacios.
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A continuación vamos a analizar los diferentes tipos de
calefacción y su coste.
· Radiadores eléctricos: En este caso la energía térmica
(calefacción) que nos proporcionan, se obtiene a través del calentamiento de
las resistencias eléctricas internas (efecto Joule), por lo tanto por cada kWh
térmico que nos ofrezca el radiador (calor), consumirá aproximadamente 1 kwh de
electricidad. Al precio actual de la energía eléctrica tendríamos un coste de 0,19€/kwh,
el más alto de nuestra comparativa.
· Bomba de calor aerotérmica, la transformación de energía eléctrica
en energía térmica tendrá un rendimiento superior al 300%, por lo que pagaremos
aproximadamente 0,05€/kwh.
El coste podría ser superior los días
más fríos pues hay que tener en cuenta la disminución
de su rendimiento con temperaturas externas bajas, por lo tanto, aunque teóricamente es el sistema más
económico, podría encarecerlo bajo estas circunstancias.
· Biomasa (pellets) y el gas natural se obtiene un resultado similar, 0,05€/kwh y 0,06€/kwh respectivamente, aunque hay
varios factores a tener en cuenta con estos combustibles:
Primero. El gas natural nos llega canalizado así que no hay
problema de desabastecimiento ni recarga de combustible. No es así con la
biomasa que necesita un suministro periódico y un volumen de almacenamiento
bastante grande respecto a la energía que nos proporciona.
Segundo. El precio de estos combustibles es variable.
· Gasóleo,
tiene un coste bastante alto (0,11€/kwh) y, además, cuenta con los problemas almacenamiento y
suministro de los combustibles no canalizados, por no hablar de su continuo
aumento de precio que parece no tener límite.
CONCLUSIÓN
Sea cual sea tu elección, cada sistema tiene su inconvenientes y
sus virtudes. Entre los sistemas de calefacción más económicos se encuentran la
biomasa, el gas natural y la aerotérmia.
El gas natural previsiblemente seguirá subiendo de precio y, a la larga, terminará siendo menos competitivo, la biomasa necesita un sistema de almacenamiento y suministro, además ocupa un volumen bastante considerable y, por último, las bombas de calor aerotérmicas disminuyen su rendimiento con temperaturas exteriores bajas, por lo tanto el coste por kWh subirá en estas situaciones y en ciudades con temperaturas muy bajas su coste se disparará en esos meses de frío.
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